Hornear un pastel es una tarea bastante simple, pero hay algunas cosas que pueden salir mal. Aquí hay 8 de los problemas más usuales que tienen las personas al hornear un pastel y cómo evitarlos.
Los problemas más comunes al hornear un bizcocho
¡Sí! Entendemos que para muchos también es una tarea difícil. Sin embargo, con un poco de práctica y los consejos adecuados, hornear un bizcocho puede ser muy sencillo. A continuación se mencionan algunos de los problemas comunes que se pueden encontrar al hornear un bizcocho.
1. El bizcocho no sube ni con ¡abra cadabra!
Olvidaste añadir polvo para hornear o puede que el que has utilizado esté caducado. También puede ser que hayas batido demasiado la mezcla, lo que ha hecho que se evapore el gas carbonatado.
Soluciónalo: Una vez que está dentro del horno no hay solución alguna, pero para la próxima debes asegurarte de no batir en exceso la mezcla. Para ello, se recomiendan movimientos envolventes. ¡Y claro! Utiliza un buen polvo para hornear.
2. El bizcocho se deshace al picarlo
Es posible que hayas utilizado harina de calidad inferior o que no hayas tamizado la harina antes de usarla. Otra posibilidad es que hayas añadido demasiada mantequilla o aceite, lo que ha hecho que el bizcocho se ponga mucho más suave y ligero.
Soluciónalo: Ya sabes que si te pasó, no te volverá a suceder si usas una harina de buena calidad y la tamizas antes de usarla. Asimismo, evita agregar más contenido graso del estimado en tu recetario. Si la receta que tienes es la que ha salido mal, es hora de darle tu toque personal.
3. El bizcocho queda crudo por dentro o “amazacotado”

Puede que hayas abierto la puerta del horno demasiadas veces mientras se cocinaba el bizcocho, lo que ha dejado escapar el calor. También puede ser que hayas puesto el bizcocho en el horno a una temperatura demasiado baja.
Soluciónalo: ¡Hey! ¿Por qué abres tanto el horno? Es momento que dejes a tu instrumento de cocina, hacer su trabajo. Primero que todo cumple el tiempo estimado en el que debe estar el bizcocho. Además, en vez de abrirlo constantemente, asómate por su vitral y observa si ya han dorado los bordes. Asimismo, sabrás cuando ya está listo para sacar, una vez que el bizcocho desprenda su agradable olor -estando en el horno- por toda tu cocina. ¡No te olvides de conocer la cocción de tu horno! No todas las temperaturas son adecuadas.
4. El bizcocho queda quemado por fuera
Puede que hayas puesto el bizcocho en el horno a una temperatura demasiado alta o que hayas dejado que se cocine por más tiempo del necesario. También puede ser que hayas añadido demasiada azúcar en la mezcla.
Soluciónalo: ¡Seguir tu receta es necesario! En la cocina todo debe ser exacto, aunque a veces se juegue con los ingredientes. No agregues más azúcar de la cantidad correcta solo porque quieres que sea más dulce, y tampoco coloques una llama alta para cocinar más rápido porque quedará totalmente chamuscado.
5. El bizcocho está pegado al molde
Lo probable es que no hayas engrasado el molde correctamente o que hayas utilizado un molde de tamaño incorrecto. También puede ser que hayas dejado que el bizcocho se enfriara demasiado antes de desmoldarlo.
Soluciónalo: No, no esperes a que se enfríe. Desmoldarlo estando tibio es la mejor alternativa. Además, procura engrasar bien tu molde o en todo caso, puedes optar por introducirle papel encerado, ¡te será mucho más fácil!
¡Todo tiene solución! Sin duda. Pero presta atención a estos consejos y tu próximo bizcocho será perfecto.