El pescado es un alimento altamente nutritivo que, si bien sabe delicioso una vez cocinado, recién sacado del río, laguna o mar puede tener un aroma muy intenso. También puede oler o saber fuerte si pasa algunos días en la pescadería o en tu refrigerador.
Ahora bien, ¿Y si quieres que el sabor sea más neutral o mitigar su aroma? Entonces hay una solución. Créanos que hay personas –amantes del salmón o los mariscos– que se asquean al sentir un olor penetrante a pescado y necesitan buscar una forma de terminar con esto.
¿Y la solución cuál es?, te estarás preguntando. Ya mismo te la contamos. ¡Sigue leyendo!

Eliminar el olor fuerte remojando el pescado en leche
La leche es una excelente manera de erradicar el fuerte aroma. La proteína que posee la leche se mezcla con los ácidos grasos del pescado, produciendo una reacción química que ayuda a apaciguar el aroma desagradable e intenso.
Para poder llevarlo a la práctica, sigue estos consejos:
Toma un recipiente lo suficientemente grande para poder introducir el pescado.
Coloca la leche y el pescado en el recipiente.
Procura que el pescado quede sumergido por completo.
Deja en remojo durante al menos 20 minutos antes de cocinarlo.
Una vez realizado el paso anterior, lava muy bien el pescado bajo el grifo.
Vierte la leche utilizada por el desagüe.
Puedes reemplazar la leche de vaca por leche de almendras.
Eliminar el olor y sabor fuerte a pescado
–Otros métodos que funcionan–

Remojar el pescado en jugo de limón o lima. Otra técnica para apaciguar un poco el olor del pescado es añadirle unas gotas de jugo de limón antes de cocinarlo. También puedes marinarlo de esta manera y conseguir sabores cítricos.
Sumergirlo en suero de leche. Una forma para eliminar la suciedad o el barro de un pescado (como por ejemplo: el bagre), además de quitarle el sabor y olor intenso, es remojarlo en suero de leche unas horas antes de cocerlo.
Marinar el pescado en leche y sal. Una buena forma de suavizar su sabor será introducir el pescado en un recipiente con sal y leche. Puedes marinarlo durante toda la noche y al día siguiente enjuagarlo muy bien, quitándole por completo los restos de sal.
Finalmente, puedes apaciguar el aroma y sabor sumergiendo el pescado en vinagre y agua, utilizando rodajas de jengibre al momento de cocinarlo, o bien remojándolo en cerveza. Prueba alguno de estos métodos infalibles y consigue tu objetivo rápido y fácil.