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¿Los huevos de tu cocina están malos? ¡Prueba estos consejos y descúbrelo!

Consumir huevos en mal estado puede perjudicar tu salud, además de que estarás arruinando tus preparaciones en cuestión de minutos. Sin embargo, a veces es difícil notar que se han echado a perder, y solo te darías cuenta de esto si sintieras un olor bien fuerte y característico. 

Entonces… ¿Cómo saber cuándo un huevo está pasado o todavía es apto para su consumo? ¡Quédate para descubrirlo! Te vamos a contar algunos trucos necesarios para ayudarte con esta duda culinaria. 

¿Cómo saber si los huevos están malos?

Observa algunas de estas formas sencillas y nota si los huevos de tu cocina están frescos o no. Empecemos: 

Mira la fecha de vencimiento. Por supuesto es una de las formas más habituales de saber si un alimento aún es apto para su consumo, aunque a veces solo sirve de guía –para que tengamos en cuenta los riesgos–, pudiendo ser consumidos días después de que caducó la fecha de envasado. 

Ten en cuenta el aspecto y el olor. Acércate al huevo y siente su aroma. Si el olor es neutro y no huele a azufre, significa que el alimento aún se puede ingerir. Aunque si todavía tienes algunas dudas, puedes romper el huevo en un recipiente y oler su clara y yema. 

Pon el huevo en agua. La prueba de la flotación es una de las más practicadas a la hora de saber si tu huevo está malo o no. Para hacerla, deberás colocar el huevo en un vaso con agua –si es transparente, mucho mejor- y observar si se hunde. 

Si aún está fresco se hundirá y, por el contrario, si ya se ha echado a perder es probable que flote. 

Muévelo y ponlo a la luz. Dos formas de chequear el estado del huevo es sacudiéndolo sobre la oreja y observarlo a trasluz. Si al acercarlo a tu oído oyes un sonido a líquido, es probable que el alimento haya caducado. Y si al verlo a trasluz observas grietas, existe la posibilidad de que las bacterias hayan ingresado al huevo. 

¿Cuándo desechar los huevos?

Si bien un huevo malo flotará, no siempre es un indicador certero de que ese huevo está podrido. Así que, si aún sigues dudando acerca de si consumirlo o no, prueba rompiéndolo y observando su estado interior –su aroma, color y consistencia. 

Además, desecha el huevo si observas demasiadas grietas en su cáscara, si notas un cambio en el color, olor y viscosidad de la yema, o bien, si observas manchas o sustancias extrañas sobre la cáscara (que podrían ser signos de moho). 

Finalmente, recuerda que comer huevos en mal estado puede causar salmonella. Y el riesgo de padecer esta enfermedad se reduce eliminando el alimento cuando caduca, cocinándolo bien y guardándolo en el refrigerador –consiguiendo que dure mucho más tiempo. 

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